Ludmila Scaglione, la joven promesa de Glew que debutó con la Selección y se subió al podio
La browniana se colgó la presea de bronce en el Nacional de powerlifting de San Luis, con tan solo 21 años. Conocé su historia.
Tiene 21 años, entrena en ABN Gym, en el corazón de Glew, y acaba de conseguir una medalla de bronce en su debut con la Selección Argentina de powerlifting, en el Nacional FALPO 2025 disputado en San Luis. Su nombre es Ludmila Scaglione y detrás del podio conseguido hay una historia de superación, esfuerzo y convicción.
Durante años entrenó con constancia, pero sin una dirección clara. “Me sentía algo desorientada, como si me faltara un rumbo en mi entrenamiento”, cuenta. Todo cambió cuando conoció a Santiago Zaporta, su actual entrenador. Fue él quien le propuso acercarse al powerlifting, una disciplina que siempre la había intrigado, pero que no se animaba a practicar.
Con su acompañamiento, y el empuje de sus personas cercanas, Ludmila dio el paso que transformó su vínculo con el deporte. El cual consiste en levantar la mayor cantidad de peso posible en tres ejercicios: sentadilla, press de banca y peso muerto.
“Lo que más me motivó fue superarme a mí misma y romper mis propios límites”, afirma. Esa búsqueda personal la llevó no solo a mejorar día a día, sino también a ingresar en el circuito competitivo, donde encontró una nueva forma de crecimiento.
El desafío de competir y la sorpresa del podio
Representar a Almirante Brown en la Selección Nacional fue un antes y un después: “Fue una experiencia increíble y un orgullo enorme. Era la primera vez que integraba el equipo y todo el proceso, desde la clasificación hasta el viaje, fue muy emocionante y también desafiante”. Aunque al principio la invadieron los nervios, supo transformar esa presión en confianza, gracias al respaldo de quienes la acompañan y al trabajo mental que también fue construyendo.
Ludmila compitió en la categoría -69 kg, y contra todo pronóstico, se subió al podio. “Sinceramente, no fui con ese objetivo. Solo quería estar presente, vivir la experiencia y empezar a crecer en este mundo. El tercer puesto fue una grata sorpresa y una enorme satisfacción”, reconoce.
Pero el camino hasta ese logro no fue fácil. Uno de los mayores retos fue el descenso de peso, especialmente por su historia personal: “Antes de comenzar con el powerlifting atravesé ciertos trastornos de alimentación que me generaron una relación difícil con el peso y la balanza. Volver a pesarme, ajustarme a un número y hacerlo desde un lugar sano fue un proceso que enfrenté con mucha conciencia”.
Hoy su mirada está puesta en seguir creciendo: “Quiero perfeccionarme, competir a nivel nacional e internacional, y construir un camino sólido en el deporte”. También tiene un fuerte compromiso con su comunidad, ve en los jóvenes del distrito un gran potencial y sueña con que el powerlifting tenga más oportunidades y visibilidad.
“A nivel nacional, la disciplina está en pleno crecimiento. Cada vez hay más competencias, más deportistas comprometidos, y una comunidad que va ganando fuerza. Me motiva formar parte de esta etapa”, concluyó.